Asamblea General Anual de ANEFA 2020

16/10/2020
Asamblea General Anual de ANEFA 2020

La Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (ANEFA) ha celebrado su Asamblea Anual. Ramón Ruberte Auré, es reelegido por aclamación como presidente para un tercer mandato hasta 2023. Asimismo, repite la gran mayoría de la Junta Directiva, con algunas nuevas incorporaciones.

El consumo nacional de áridos creció un 6,6% en 2019, pero la crisis de la COVID-19 augura una caída del -20% para 2020.

El sector alerta de la falta de acción dinamizadora de las Administraciones, que ahora mismo están agravando la parálisis de las actividades vinculadas a la construcción.

El desplome de la licitación, la drástica caída de la petición de ofertas, la lentitud de la tramitación de permisos y licencias y la ausencia de cartera de proyectos, ponen en riesgo la recuperación y el acceso del país a los fondos europeos.

ANEFA demanda consensos políticos mayoritarios, basados en la altura de miras y el interés general, sobre los asuntos que realmente están afectando a la economía y la salud de los ciudadanos españoles.

La industria de los áridos se sitúa a la cabeza del compromiso con del desarrollo sostenible: implicada con la sociedad, líder en biodiversidad y en economía circular.

Los empresarios del sector de los áridos de toda España integrados en ANEFA participaron en su Asamblea General Anual, que se celebró en Madrid, en formato de videoconferencia. Una nutrida representación de empresarios procedentes de toda España asistió al encuentro.

 

El presidente de ANEFA, Ramón Ruberte Auré, fue reelegido por aclamación como presidente para un tercer mandato hasta 2023. Asimismo, repite la gran mayoría de la Junta Directiva, con algunas nuevas incorporaciones, mostrando un firme aval de las empresas a la gestión realizada.

El reelegido presidente pueso de manifiesto, en su discurso de apertura, la importancia del sector de los áridos como industria que “construye país”. Pasó revista a las actuaciones realizadas desde que se declaró el estado de alarma por motivo de la COVID-19, desde el compromiso de las empresas para proteger la salud de los trabajadores aplicando estrictos y eficaces protocolos de prevención contra la pandemia, hasta la elaboración y difusión de un completo documento con 15 propuestas para la reactivación económica, ampliamente difundido entre los máximos niveles políticos del Gobierno, del Congreso, del Senado y de las Comunidades Autónomas.

Alertó de la falta de acción dinamizadora de las Administraciones, que ahora mismo están agravando la parálisis de las actividades vinculadas a la construcción, entre otras. El desplome de la licitación, la drástica caída de la petición de ofertas, la lentitud de la tramitación de permisos y licencias y la ausencia de cartera de proyectos, ponen en riesgo la recuperación y el acceso del país a los fondos europeos.

 

Reactivación por el consenso

El presidente demandó consensos políticos mayoritarios, basados en la responsabilidad, la altura de miras y el interés general, sobre los asuntos que realmente están afectando a la economía y la salud de los ciudadanos españoles.

En ausencia de medidas eficaces y decididas por las Administraciones, independientemente de su color, pronosticó la caída del sector de la construcción, uno de los pocos motores económicos que tiene actualmente capacidad para mitigar la caída de otros sectores económicos, con el consiguiente efecto dominó en el resto de la economía y los devastadores efectos para los ciudadanos del país.

Así, salvo que las circunstancias mejoren drásticamente, auguró una caída media del consumo de áridos para la construcción del -20% al -25%, frente a un crecimiento del 6,6% que se experimentó en 2019. Caída especialmente preocupante ya que el sector todavía arrastra las graves consecuencias derivadas de la crisis de los años 2007 y posteriores.

 

Desarrollo sostenible

Por otro lado, en la Asamblea General se acreditó sobradamente que la industria de los áridos se sitúa a la cabeza del compromiso con del desarrollo sostenible: implicada con la sociedad, líder en biodiversidad y en economía circular. Así se alinea con las políticas derivadas del Pacto Verde Europeo y de las Estrategias sobre cambio climático, transición justa y de reto demográfico.

Finalmente, Ruberte puso el énfasis en la importancia de que las empresas realicen una apuesta decidida por la digitalización de sus actividades, para usar las nuevas tecnologías como palanca para los cambios que se avecinan y para seguir creciendo en sostenibilidad y competitividad.

 

Dimensiones de la Asocicación

La Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (ANEFA), creada en 1977, es una de las asociaciones más antiguas y reputadas de las industrias extractivas y de productos de construcción de España.

Agrupa a más de 440 explotaciones mineras activas y está integrada por más de 280 Empresas repartidas por todo el territorio nacional, enmarcadas en ANEFA directamente como Empresas miembro activo o bien a través de las Asociaciones miembro.

En dichas cifras, se incluyen 26 Empresas miembro adherido, proveedoras de bienes de equipo y de servicios para el sector. 

Por su parte, la representatividad de las empresas y del sector de los áridos en los correspondientes ámbitos territoriales – Comunidades Autónomas, Provincias y Municipios – se ejerce por las Agrupaciones de Fabricantes de Áridos – AFAs – provinciales y autonómicas, así como por las siguientes Asociaciones miembro:

Asociación de Empresas Fabricantes de Áridos y Afines de Andalucía – AFA – Andalucía.

Asociación de Fabricantes de Áridos del Principado de Asturias – AFAPA.

Cámara Oficial Minera de Cantabria – COMC.

Asociación de Fabricantes de Áridos de Castilla y León – AFARCYL.

Desde su constitución, la Asociación Nacional ha introducido criterios profesionales avanzados en todos los procesos de la actividad de producción de los áridos, abriendo nuevos caminos en materias esenciales que constituyen la base del Desarrollo Sostenible para las empresas y para el sector, como son:

La calidad de producción y de producto.

El medio ambiente.

La economía circular.

La prevención de riesgos laborales.

La formación.

La imagen del sector.

ANEFA, además de los servicios que ofrece a las Asociaciones y Empresas miembro, tiene entre sus objetivos prioritarios:

Defender la seguridad jurídica necesaria para las empresas del sector.

Impulsar la competitividad de la industria de producción de áridos.

Promover la planificación estratégica del sector de los áridos.

Potenciar la consideración de los aspectos medioambientales en los procesos de producción de áridos.

Promocionar la calidad y la utilización adecuada de los áridos, impulsando el perfeccionamiento de la normativa técnica aplicable.

Promover la mejora continua de las condiciones de seguridad y salud de los trabajadores en las empresas del sector.

Desde principios de 2007, ANEFA es miembro de la Federación de Áridos, que fundó junto con el Gremi d’Àrids de Catalunya, la Asociación de Empresas de Áridos de la Comunidad Valenciana – ARIVAL – y la Asociación Galega de Áridos – ARIGAL.

Hasta entonces, ANEFA ha ostentado la representación del sector de áridos, tanto en el plano nacional como en el ámbito internacional, ejerciendo la representación oficial del sector español de los áridos en la Unión Europea de Productores de Áridos (UEPG), organización que agrupa a 26 países europeos, en la Federación Iberoamericana de Productores de Áridos (FIPA), en el Comité Europeo de Normalización (CEN) y en otros organismos internacionales.

A través de la Federación de Áridos, ANEFA está integrada en la Confederación de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales – COMINROC, en la Confederación Española de las Industrias de las Materias Primas Minerales – PRIMIGEA, en la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción – CEPCO, en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales – CEOE y en la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa – CEPYME, entre otras organizaciones empresariales

Balance 2019-2020

El pasado año 2019, el crecimiento del sector se ha comportado de forma generalmente positiva, con un crecimiento del 6,6% que nos ha situado por encima de los 136 millones de toneladas de áridos naturales para la construcción, si bien hemos vivido una cierta desaceleración del consumo de áridos a finales del ejercicio, donde la construcción encadenó dos trimestres seguidos en negativo, según datos del INE.

En consecuencia, la pérdida de impulso ha sido mayor de lo que se esperaba, debido a la débil influencia de la obra pública, a la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, al deterioro de la confianza y a la ralentización de la actividad y el empleo

 

El impacto de la COVID-19

El presidente de ANEFA, explica que “lamentablemente, como Sísifo, no habíamos terminado de hacer frente a la crisis de 2007, cuando nos ha abordado como un tsunami la crisis de la COVID-19, afectando muy gravemente a todos los ciudadanos, a las empresas, a las bolsas, al tráfico de mercancías, a las cadenas de producción y al corazón de nuestra sociedad”.

“Recuerdo con especial dramatismo aquellos primeros días donde se nos estigmatizaba por los medios de comunicación a todos aquellos que estábamos cumpliendo con nuestro deber de mantener la actividad económica, lo que nos hizo remitiros una carta de apoyo para daros confianza en esos inciertos momentos”.

A pesar de todos los esfuerzos de todas las organizaciones empresariales del país proponiendo, desde el conocimiento, planes de medidas racionales para hacer frente a esta nueva situación, desgraciadamente, los datos de actividad se están viendo afectados por la lentitud y, en algunos casos, por falta de acierto en la toma de decisiones por parte de las Administraciones. Esto provoca que, no solo no se esté consiguiendo ser eficaces para controlar la pandemia, sino que tampoco se atenúe la caída de todos los indicadores económicos. Hoy, más que nunca, es necesario agilizar la tramitación de permisos, autorizaciones, licencias, para nuevos proyectos, que eviten el desplome de todos los datos de licitación y de actividad económica que ya estamos padeciendo.

“Llegados a este punto, tras el primer impacto sufrido por la llegada de la COVID-19, todos debemos formar parte de la palanca que impulse al país y nadie, mucho menos las Administraciones, puede permitirse ser un lastre para la recuperación”.

“En este escenario, preocupa el todavía bajo nivel de actividad (-24%) estancado respecto al esperado. Los sectores que somos indicadores adelantados de la construcción estamos proclamando a los cuatro vientos que un frenazo de nues tras actividades originará una debacle en una industria que todavía estaba muy lejos de un nivel aceptable de actividad. Esto impedirá que podamos contribuir a tomar el relevo de otros sectores hoy en día cercanos al colapso y comprometerá el futuro económico del país”.

 

Propuestas de reactivación

“Para reclamar el impulso de la actividad, nuestro documento de propuestas del sector para la reactivación económica ha sido remitido a más de 260 contactos del Gobierno, los partidos políticos, las Comunidades Autónomas, el Congreso de los Diputados, el Senado, el Parlamento Europeo, etc”.

“Prosigue nuestra intensa rueda de contactos de alto nivel con el Gobierno, los partidos políticos, las Comunidades Autónomas, el Congreso de los Diputados, el Senado, el Parlamento Europeo, etc., proponiendo soluciones para resolver la crisis económica y para dinamizar la gestión pública de licitaciones, contratos y autorizaciones”.

“Incansablemente desde el inicio de esta crisis, nuestro equipo de ANEFA ha hecho y sigue haciendo un gran esfuerzo coordinando toda la información sobre el COVID-19 que se está circulando a través de la Federación de Áridos y de COMINROC, preparando innumerables informes interpretativos, documentos de posición sectorial, alegaciones a las disposiciones legales aprobadas con motivo del estado de alarma, resolviendo incidencias, estableciendo rondas de contacto con las Administraciones, coordinando acciones con otras Asociaciones (FdA, COMINROC, CEPCO, PRIMIGEA, CEOE, CEPYME, UEPG), realizando cuestionarios e informes de diagnosis de la situación sectorial, etc”.

“Tenemos por delante un escenario con muchas incertidumbres derivadas de la evolución futura de la pandemia y de la falta de decisiones adecuadas por nuestros Gobiernos, para priorizar y consolidar la imprescindible recuperación económica”.

“En estos días, nuevamente la pandemia está creciendo sin tregua y nosotros debemos trabajar con la cabeza fría, adoptando en nuestras empresas medidas para minimizar los riesgos económicos y, desde luego, para la salud de nuestros trabajadores. En este marco, he de seguir insistiendo en el cumplimiento estricto de las normas de seguridad que se han facilitado por expertos desde Sanidad y desde Trabajo y, en particular, del Protocolo / instrucción de trabajo frente al COVID-19 en explotaciones mineras y en plantas de tratamiento que revisamos periódicamente, desde COMINROC”.

 

La dimensión del sector

Según se recoge en la “Revista Anual 2019-2020” de la asociación, cuyas estimaciones y gráficas reproducimos en este artículo, cada español ha consumido, en 2019, unos 2.890 kilogramos anuales, es decir unos 7,9 kilogramos diarios.

2019 se cerró con un crecimiento del 6,6%, para un consumo total de áridos naturales para la construcción de 136,5 millones de toneladas. No obstante, se ha experimentado en el ejercicio una progresiva desaceleración respecto a las perspectivas iniciales, que se fue acentuando conforme se acercaba la finalización del ejercicio.

Además, se mantienen variaciones territoriales importantes y dos Comunidades Autónomas experimentaron un leve decrecimiento.

A esta cantidad hay que añadir 2,5 millones de toneladas de áridos reciclados y 1 millón de toneladas de áridos artificiales.

El consumo total de áridos para la construcción alcanzó los 140,0 millones de toneladas.

Es importante resaltar cómo la aplicación de los principios de la econo- mía circular va avanzando de forma progresiva. Además, de los áridos reciclados y artificiales, ya citados, dentro de las cifras de áridos naturales, se contabilizan 4,9 millones de toneladas de áridos procedentes de otras industrias extractivas que los producen como subproductos de los procesos de extracción y tratamiento principales.

Es decir que, sobre los 140,0 millones de toneladas de áridos para la construcción producidos en 2019, 6,8 millones de toneladas (4,8%) no proceden de explotaciones de áridos.

Aunque el año fue algo más positivo de lo inicialmente esperado, se confirma el cambio de tendencia. No obstante, la industria se encuentra, todavía, muy lejos de los volúmenes de consumo aceptables y que son muy insuficientes para poder hablar de recuperación.

Esta tendencia es muy similar a las registradas para los sectores afines.

Desde el máximo previo a la crisis (2006), momento en el que la producción era de 486 Mt, el consumo de áridos para la cons- trucción sigue en el -71,9% de lo registrado aquel año.

En otro orden de cosas, el crecimiento del consumo de áridos para la construcción, en 2019, muestra una evolución territorial positiva en la gran mayoría de Comunidades Autónomas, retrocediendo únicamente en el País Vasco (-0,9%) e Islas Canarias (-0,8%). La Rioja (+1,4%), Islas Baleares (+2,0%), la Región de Murcia (+3,0%) y Extremadura (+4,5%) son las Comunidades Autónomas con el crecimiento más débil.

Por el contrario, Castilla - La Mancha (+17,4%) y Aragón (+14,3%) son las que han tenido un comportamiento más positivo en crecimiento porcentual, aunque las variaciones absolutas en volumen de consumo son todavía muy pequeñas.

Desde 2006, año del máximo histórico, el promedio global de variación del consumo es de -71,9% desde el valor máximo.

Desde el punto más bajo de consumo de 2014, el incremento ha sido del 31,9%.

Aplicando la media europea por habitante (5,9 toneladas/año), el país debería consumir, al menos, unos 265 millones de toneladas, es decir, cerca del doble del valor registrado en 2019.

 

Consumo por aplicaciones

Las canteras de áridos produjeron, asimismo, 44,7 millones de toneladas de áridos industriales con destino a la fabricación de aglomerantes, a la de productos cerámicos, a otros usos in- dustriales, a la industria alimentaria y a la exportación.

El 75,6% del consumo de los áridos industriales se destina a la fabricación de cementos y cales, que suman 33,8 millones de toneladas. Le siguen en importancia la exportación (1,9 Mt; 4,4%); la industria del vidrio (1,8 Mt; 4,1%), la industria química básica (1,8 Mt; 4,1%), la fabricación de productos cerámicos (1,4 Mt; 3,1); la agricultura y jardinería (1,4 Mt; 3,1%) y la metalurgia básica (0,9 Mt; 2,0%).

Por lo tanto, en 2019, se consumieron 181,2 millones de toneladas de áridos naturales para el conjunto de aplicaciones.

 

Volumen de negocio

Se estima en 605 millones de euros el volumen de negocio del sector de áridos para la construcción, excluido el transporte.

El volumen de negocio de los áridos para otros usos industriales ascendió a 275 millones de euros.

Por lo tanto, el volumen de negocio total alcanzó los 880 millones de euros.

A partir de los datos oficiales de la Estadística Minera de España, se puede calcular el valor medio de la tonelada de áridos, por Comunidad Autónoma, que ofrece una gran variedad territorial.

El valor medio nacional es de 4,50 €/tonelada, con una caída del -7,4% respecto al periodo anterior. En el caso de las canteras, el valor asciende a 4,71 €/tonelada, un 28% superior al de las graveras que es de 3,68 €/tonelada.

 

Empleo y estructura

El empleo directo asciende a 8.349 trabajadores, a los que hay que sumar otros 14.680 indirectos, para un total de 23.029 trabajadores, según los datos de la Estadística Minera de España (2018) y datos propios.

El incremento total de empleo se estima en un +4,3%. Además, hay unos 20.000 trabajadores en empleos inducidos por el sector. Es decir que la industria de los áridos genera unos 43.000 puestos de trabajo. Las Comunidades Autónomas de Andalucía (16,5%), Galicia (14,9%), Cataluña (13,9%) y Castilla y León (9,9%) son las que generan más empleo en el sector. El peso del sector de los áridos en cuanto a generación de em- pleo directo en la industria extractiva es muy elevado en Islas Canarias (95,2%), La Rioja (89,7%), y el País Vasco (87,5%). Por el contrario, los niveles más bajos se dan en el Principado de Asturias (10,7%) y Galicia (23,0%). En conjunto, el sector de los áridos es el primer generador de empleo directo de la industria extractiva, con el 39,4% del total.

En cuanto a la estructura empresarial, España es el 19 país en ratio de explotaciones por empresa, el 23 en no de trabajadores directos por empresa, el 25 en no de trabajadores directos por explotación y el 33 en número de toneladas producidas por explotación. El tamaño de las explotaciones es excesivamente pequeño y se encuentra a la cola de los países de UEPG. A todo esto hay que sumar como una de las causas de lo anterior, el que el consumo de áridos por habitante sea el antepenúltimo de Europa (37 de 39 países).

Tras varios años de ocupar el último lugar de los 39 países para los que la UEPG recaba datos, España ha adelantado al puesto 37, con 2,9 t/h/a, dejando detrás a la República de Macedonia del Norte, último con 2,5 t/h/a e Italia, penúltimo con 2,7 t/h/a.

 

Previsiones 2020

Las previsiones iniciales para 2020 apuntaban hacia una ralentización de la actividad respecto a 2019, pero con cierto crecimiento. Así, la previsión de una desaceleración económica general y la ausencia de una planificación a medio y largo plazo, habían llevado a todos los sectores de productos de construcción a revisar a la baja las cifras de 2019.

En circunstancias normales, se incluiría aquí un recopilatorio de indicadores adelantados. Sin embargo, la crisis sanitaria de la COVID-19 ha devenido en una crisis económica de insospechadas dimensiones.

Los datos estimados hasta el 1 de septiembre, muestran una caída del sector, en estos primeros ocho meses del año, de un 25%. Las previsiones actuales a final del año, en un escenario de control de la pandemia, serían del -15% al -20%.

 

 

 

 

 

El sector cementero reclama un plan de reactivación

En julio y agosto, el consumo se ha reducido en un 3,4 y un 5,1%, respectivamente. Las previsiones de cierre de ejercicio apuntan a una caída entre el 10 y el 12%. Debido a la incertidumbre actual, se prevé que el consumo de cemento cierre 2021 en una horquilla de entre el -5% y el +1%.  El sector cementero reclama un plan específico de infraestructuras y vivienda que potencie la construcción, uno de los sectores con mayor potencial de generación de empleo. Las exportaciones caen un 7,4% en el acumulado del año y la pérdida anual podría rondar el millón de toneladas.

El consumo de cemento en España durante el mes de agosto se ha reducido en un 5,1% respecto al mismo período del pasado año. Esta caída se suma a la vivida en julio, que fue del 3,4%. En valores absolutos, por tanto, se han perdido más de 100.000 toneladas en los meses estivales, situando el consumo acumulado entre enero y agosto en 8.627.274 t, un 13,4% menos que el mismo período de 2019, según los últimos datos de la Estadística del Cemento, presentados hoy por Oficemen en rueda de prensa.

 

“En nuestro anterior encuentro con medios, en enero de este año, ya pronosticábamos un escenario poco halagüeño, con una ralentización de la construcción, que pronosticaba un crecimiento del consumo de cemento en un 2%. No contemplábamos, obviamente, la situación de una pandemia sobrevenida que lastraría las expectativas de todos los sectores económicos a nivel mundial. Las previsiones actuales de nuestro departamento de estudios apuntan cerrar el ejercicio 2020 con una caída entre el 10 y el 12%”, explica el presidente de Oficemen, Victor García Brosa.

“La moderación de las caídas en julio y agosto cobra sentido si recordamos que son datos que se comparan con los del segundo semestre de 2019, cuando el consumo de cemento volvió a números rojos varios meses, cerrando finalmente el cómputo de julio a diciembre en una caída del 0,2%”, añade García Brosa.

En el conjunto del año móvil (sept’19-ago’20) la caída se eleva al 7,5%, con una pérdida cercana a las 1.100.000 toneladas. El consumo acumulado en los últimos doce meses se sitúa, por tanto, en los 13,4 millones de toneladas, unas cifras comparables a las de los peores años de la última crisis.

“Para 2021 resulta difícil aventurar una previsión, dado el escenario sanitario y económico tan cambiante en el que vivimos. El aumento del déficit y la deuda pública, y el hecho de que los recursos procedentes de la UE, que puedan destinarse a la inversión pública, no empezarán a apreciarse de forma significativa hasta el año 2022, sumado a que, hasta dentro de dos años no se espera recuperar el nivel de visados de vivienda que había en 2019, nos llevan a prever una evolución en el consumo de cemento de entre una caída del 5% a un crecimiento del 1%”, apunta el presidente de Oficemen. 2021 no será el año de la recuperación”, afirma García Brosa.

 

Urgencia de un plan específico para el sector construcción

“El sector constructor y sus industrias auxiliares necesitan con urgencia un plan específico de infraestructuras y vivienda que permita, no solo aprovechar el potencial de generación de empleo de la construcción –hasta 400.000 empleos según cifras aportadas recientemente por el conjunto del sector-, sino también dinamizar el conjunto de la economía nacional, muy maltrecha por la caída del turismo, que, hoy por hoy, es difícilmente recuperable mientras no se disponga de una vacuna”, añade.

García Brosa concreta que, “Ese plan debería incluir infraestructuras vinculadas con la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo y debería también relanzar la demanda en el sector residencial en cuanto a obra nueva (por ejemplo, mediante un plan público de vivienda social para alquileres a largo plazo), o facilitar el acceso a los jóvenes a su primera vivienda a través de avales del Estado. La construcción de ejes ferroviarios descentralizados, como el Corredor del Mediterráneo y la mejora en los accesos a los puertos deben ser también una prioridad de ese plan”.

 

Las exportaciones crecen en los últimos meses, pero caen en el acumulado del año

Las exportaciones han evolucionado mejor que el consumo doméstico durante los meses de julio y agosto, con crecimientos de entre un 11 y un 14% que, no obstante, no consiguen que el acumulado anual salga de la senda de los números rojos.

En los ocho primeros meses del año las exportaciones continúan cayendo un 7,4%, una cifra que casi se duplica si atendemos al interanual (sep’19-ago’20), donde el descenso es de un 14,3%. La pérdida interanual continúa rondando el millón de toneladas.

Recientemente la UE ha aumentado el objetivo climático de reducir las emisiones para 2030 de un 40% a un 55%, en comparación con los niveles de 1990.

“El compromiso de la industria cementera en la lucha contra el cambio climático es claro e inequívoco, prueba de ello es la hoja de ruta para alcanzar la neutralidad climática del sector cementero a 2050, que se presentará a lo largo de las próximas semanas. Pero necesitamos que el gobierno de España proteja a su industria con medidas de apoyo directo, tal y como están haciendo otros países europeos, y que se concrete por fin el cada vez más adelgazado estatuto de la industria electrointensiva”, concluye.

 

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