Construcción resiliente para un futuro sostenible Estrategias de CEMEX

15/04/2021
Construcción resiliente para un futuro sostenible  Estrategias de CEMEX

Viviendas, centros sanitarios, escuelas, depuradoras, puertos, carreteras y caminos y todo tipo de edificaciones reflejan el nivel de vida de un país y precisan hormigón para su construcción, mientras no haya otro material de construcción más duradero, resistente, aislante y resiliente. Y es que el nivel de vida de las naciones se mide por el número de hospitales, los kilómetros de carretera, el número de centros educativos, el porcentaje del PIB dedicado a la investigación o el número viviendas por cada 1000 habitantes, entre otras muchas cosas. Es por ello por lo que el cemento -base del hormigón y principal material en el que se sustentan todos estos indicadores- es en la actualidad, el segundo producto más consumido en el mundo después del agua.

Por: Teresa Busqué, gerente comunicación de CEMEX España Operaciones.

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Y es un producto sostenible? La respuesta es, sin ninguna duda, afirmativa. El hormigón está hecho básicamente con productos naturales y de cercanía: piedra, arena, áridos y agua. Es cierto, que la industria del cemento es intensiva en uso de materias primas y de energía, pero también es cierto que hoy en día es una de las industrias que más contribuye a la economía circular. Buena prueba de ello son las ingentes cantidades de combustibles y materias primas alternativas -recicladas- que se usan para su fabricación y que al final de su vida útil, se puede volver a utilizar como materia prima secundaria de un nuevo cemento.

 

Estrategia de sostenibilidad

CEMEX, como empresa comprometida con el entorno, con una directriz clara y rigurosa para hacer frente al cambio climático y unas metas fijadas y bien definidas, contempla su impacto de forma holística y trasversal. Nada en su negocio (ningún área, producto o proceso) queda al margen de la estrategia de sostenibilidad de la compañía.  Todo lo que ocurre en CEMEX está vinculado y focalizado para afrontar lo que consideramos el mayor desafío de la humanidad: frenar el cambio climático. Por eso, desde que extraemos la primera piedra, nuestro objetivo se centra en hacerlo de la forma más respetuosa, minimizando la extracción y recuperando el espacio lo antes posible, intentado hacerlo de la forma más parecida a como lo encontramos, con la misma vegetación, la misma morfología y los mismos ecosistemas que existían antes de su explotación.

Ya en fábrica, seguimos teniendo presente la sostenibilidad en todo el proceso, utilizando las mejores técnicas disponibles en el mercado para hacer el más eficiente uso de la energía para evitar emisiones y para reducir los consumos.  El objetivo de CEMEX en sus procesos de fabricación es valorizar material y energéticamente el máximo posible. Y es que, la industria cementera en general y CEMEX en particular, emplea como combustible y materia prima residuos que no se han podido reciclar y que de lo contrario acabarían depositados en un vertedero.

Así, por un lado, la valorización material permite sustituir materias primas naturales por materias primas secundarias, como escombros de obra (por poner un ejemplo), evitando la explotación de recursos naturales. Y por otra parte, la valorización o recuperación energética, ayuda a ahorrar combustibles fósiles, sustituyéndolos por otros procedentes de residuos que no se pueden reciclar ni recuperar. En 2020, las fábricas de CEMEX en España recuperaron la energía de toneladas de residuos procesados convertidos en combustible, que produjeron la mitad del poder calorífico que necesitaron nuestros hornos para su producción.

CEMEX está haciendo un gran esfuerzo para aumentar aún más este porcentaje, ofreciendo una solución ambiental a los residuos en cinco niveles: evita que se entierren residuos, elimina las emisiones que provocan en el vertederos -muchas veces en forma de gas metano, más peligroso que el CO2- recupera la energía que contienen, ahorra combustibles fósiles finitos y contribuye a que los espacios naturales no se contaminen con el depósito de vertidos con importante poder calorífico.

Por lo que respecta a los indicadores medioambientales, desde 1990 hemos mantenido una tendencia a la baja en las emisiones de gases y partículas gracias a los desarrollos e innovaciones alcanzados en los procesos productivos. Ello nos ha permitido hoy disponer de tecnologías mucho más eficientes, las Mejores Técnicas Disponibles (MTDs) en todos nuestros procesos.

 

Reducción de emisiones

En este sentido, con la vista puesta en combatir las consecuencias del cambio climático y neutralizar el impacto de su actividad en el medio ambiente, CEMEX ha acelerado a nivel internacional su plan estratégico de sostenibilidad en todas las áreas del negocio, convirtiéndose en la primera empresa cementera que ha anunciado su objetivo de reducir al menos en un 55% las emisiones de CO2 en sus operaciones en Europa para el año 2030. Este objetivo se alinea con el de la Unión Europea, que decidió el pasado año incrementar de un 40% a un 55% el objetivo de reducción de emisiones global del continente en los próximos 10 años. Además, la compañía ha cumplido el 2020 el objetivo de reducción emisiones específicas netas de CO2 por tonelada de productos hechos con cemento en un 35%, meta que se había marcado para el año 2030. No satisfechos con la consecución de estos ambiciosos objetivos, CEMEX ha dado todavía un paso más anunciando que en 2050 tendrá en el mercado un hormigón “cero emisiones”.

 

Nuevos productos

Para alcanzar todas estas metas CEMEX ha puesto en marcha muchos y variados proyectos de investigación que desarrollan y prueban tecnologías que permitan alimentar las instalaciones con energía solar y convertir el CO2 en combustible, para producir hormigones de baja huella de CO2, soluciones de captura de carbono, proyectos para el almacenamiento de energía solar, hormigones y cementos con menor cantidad de clinker e iguales prestaciones, etc.

Algunos de estos nuevos productos con menor huella de CO2 o huella cero ya se están comercializando, otros verán la luz más pronto que tarde transformando, no solo el mundo de los materiales de construcción, sino el sector mismo, y con él la forma de construir, de concebir las edificaciones e infraestructuras y la forma de vivir.

La reducción -a pasos agigantados- de la huella de carbono de todos los que habitamos en el planeta y de todas las actividades que se desarrollan en el mismo va a cambiarnos la vida a todos. Lo que de momento no va a cambiar son las características que hacen del hormigón el material clave en una construcción sostenible y resiliente, hecho para durar, resistir los efectos del calentamiento global, protegernos del frío y del calor, del viento, de la lluvia, de los huracanes, la nieve o del fuego…. ofreciendo el confort y la seguridad que demanda la sociedad.

 

Economía circular

No quiero terminar estas líneas sin recordar la importancia que la economía circular está teniendo en nuestra sociedad y va a tener en el futuro. Las economías lineales han tocado a su fin y debemos aprender que todo debe tener una segunda, tercera o cuarta vida. De la demolición de un puente se va a construir una vivienda, de los escombros de un edificio se puede levantará un hospital y con los restos de una carretera se puede ya hacer el nuevo vial. Ni tenemos sitio para depositar esos residuos, ni el planeta tiene recursos infinitos, ni hay necesidad de hacerlo, teniendo la posibilidad de reutilizar los materiales recuperados de un uso anterior. Un nuevo concepto de vida surge como consecuencia del impacto del hombre sobre el planeta, un concepto que afecta a todas las facetas de la existencia humana y la construcción no es ajena a este cambio.

 

CEMEX

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