Deporte moderado practicado regularmente y una dieta equilibrada, que no prescinda de los lácteos, son dos factores relevantes que pueden ayudar a bajar de peso, uno de los objetivos que se han marcado millones de españoles para 2020. La campaña de información lanzada por la Organización Interprofesional Láctea (Inlac) con apoyo de la Unión Europea, promueve el consumo de al menos tres lácteos al día y recuerda la importancia de no eliminar estos productos de la dieta, pese a las creencias erróneas que invitan a sustituirlos por otros alimentos.
Durante la actividad física suele producirse una mayor pérdida de fluidos, por lo que resulta muy importante la rehidratación. Y es que la leche está compuesta en un 90 por ciento por agua, y tiene proteínas y grasas de digestión lenta que permiten la absorción de agua y electrolitos de forma constante en el tiempo. Asimismo, el lactosuero del yogur es una fuente de proteínas beneficiosas para los deportistas. Para aprovecharlas, basta con agitar el yogur antes de abrirlo o removerlo con una cucharilla, sin necesidad de recurrir a productos de síntesis alternativos, de alto precio.
Además, los lácteos pueden ser de gran ayuda para mantenerse en forma. En la dieta orientada a perder peso es importante la presencia de los lácteos porque con pocas calorías aportan muchos nutrientes. Tomar un aporte adecuado de algunos nutrientes como el calcio contenido en los lácteos es muy útil en la pérdida de peso.
En ocasiones se han difundido mensajes erróneos, incluso que el consumo de lácteos es excesivo, pero organismos nacionales e internacionales marcan pautas en nutrición y alimentación que aconsejan tomar de dos a cuatro raciones de lácteos al día.
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