Con motivo del IV World Congress of Public Health Nutrition y el XII Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), la Fundación Española de la Nutrición (FEN) ha suscrito la denominada Declaración de Madrid, Nutrimad 2018, que constituye un compromiso de la sociedad en su conjunto, para conseguir una mayor calidad de vida, una sociedad más feliz y un envejecimiento positivo, activo y saludable, en la generación presente y en las venideras.
Por un lado, la sociedad no sido todavía capaz de vencer el problema del hambre y la desnutrición y, al mismo tiempo, nos enfrentamos al problema de la obesidad. La alimentación y estilos de vida se han convertido en una causa fundamental de factores de riesgo, enfermedades y patologías que tienen como consecuencia un empeoramiento en la salud de los ciudadanos y su calidad de vida, además de generar elevados costes económicos en la atención sanitaria. Por otro lado, se señala que Gastronomía y Nutrición pueden y deben entenderse ahora más que nunca, considerando que la Dieta Mediterránea debe ser no sólo promovida, sino defendida por los poderes públicos y la sociedad en general, estableciendo medidas que supongan cumplir con la afirmación de que “comer bien y de forma saludable y sostenible no significa comer caro”.
Se solicita que se favorezca la producción alimentaria sostenible, variada, de calidad y en cantidad suficiente, evitando el desperdicio de alimentos. Al mismo tiempo, se considera el etiquetado como parte esencial en la promoción de una información nutricional clara, completa y veraz que permita realizar al consumidor una elección responsable y adecuada de alimentos y bebidas.
Una educación adecuada en materia de alimentación y nutrición evitaría confusiones, acentuadas, a veces, por discrepancias entre expertos y, en la mayoría de los casos, por la forma incompleta y contradictoria en que los conocimientos y avances científicos llegan a las personas. Debe hacerse un reconocimiento del papel destacado y de la responsabilidad que tiene la industria y la distribución alimentaria.
Por fin, se considera imprescindible fomentar e invertir en investigación en nutrición, para contar con evidencia científica suficiente que permita establecer una política alimentaria y nutricional adecuada para los ciudadanos. Se ruega, en definitiva, aumentar la importancia de la nutrición y la cultura alimentaria, para garantizar una alimentación saludable, satisfactoria y sostenible, con especial atención a los grupos más vulnerables de población, como los niños, las personas mayores o personas con necesidades especiales.
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