La cadena de valor de la celulosa, papel y cartón aporta globalmente a la economía el 4,5% del PIB y genera uno de cada cincuenta empleos en nuestro país, según el informe Importancia socioeconómica de la cadena de valor de la celulosa, papel y cartón, elaborado por Ceprede para las organizaciones del sector. Asimismo, cuatro de cada cincuenta euros que factura la industria y uno de cada cincuenta euros que recauda el Estado vía impuestos o cotizaciones sociales en España están relacionados con la actividad de esta cadena de valor. Y todo ello, partiendo de una materia prima renovable y local (el 98% de la madera para papel procede de plantaciones españolas) y cerrando el ciclo con el reciclaje.
La cadena de valor de la celulosa, papel y cartón se inicia en la naturaleza con las plantaciones para papel, de las que se obtiene la materia prima natural y renovable con la que la industria papelera produce la celulosa y el papel. En el siguiente eslabón, a partir del papel, las empresas transformadoras producen una amplísima gama de productos de papel y cartón como envases y embalajes de todo tipo (cajas, bolsas…), material de papelería (sobres, cuadernos, carpetas…) y productos tisú (papel higiénico, pañuelos, papel de cocina…). La cadena de valor continúa con el sector de servicios de impresión, reproducción y acabados, con las empresas de publicidad y marketing directo, y con la industria editorial, tanto de libros como de periódicos y revistas. Esta potente cadena de creación de empleo y riqueza está integrada también por las actividades postales y de correos dedicadas al envío de cartas y paquetería. La cadena se cierra con el sector de la recuperación de residuos, que recoge y trata el papel tras su uso para que regrese a las fábricas papeleras. La facturación global generada (48.471 millones de euros) equivale al 8,8% de la facturación de la industria española y representa el 4,5% del PIB español.
Considerando el empleo directo, indirecto e inducido, que suma 369.036 trabajadores, los puestos de trabajo generados equivalen al 18,5% del empleo industrial y el dos por ciento del empleo total en nuestro país. La estabilidad es un rasgo característico de la cadena de valor, pues el 82% del empleo directo generado es estable, con 149.473 empleados fijos y 32.897 eventuales. Otra característica significativa es la cualificación de los trabajadores. El 73% de los empleos directos son de operarios con formación técnica, junto a un 17 % de directivos y técnicos y un 10% de personal de administración.
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